¿Me pueden prohibir el uso del ascensor con mi perro?

Las funciones esenciales y cotidianas de accesibilidad que cumplen los ascensores en Madrid y en cualquier otro lugar los convierten en un elemento fundamental dentro de las instalaciones de cualquier comunidad de propietarios. Por eso mismo, también están sujetos a verse involucrados en las polémicas habituales que pueden surgir como parte de la convivencia en estos ámbitos. Las mascotas son una de las posibles causas de este tipo de discordia entre vecinos. ¿Podría alguien ponerte problemas por el hecho de que tu perro u otro animal suba contigo al ascensor?

Si bien cada comunidad de propietarios tiene potestad para dotarse de unos estatutos, estos deben estar sujetos sin duda a las distintas normativas y legislación promulgadas por las instituciones públicas. De este modo, a priori, no cabe la prohibición del uso del ascensor por parte de los animales de compañía; los precedentes amparan que los derechos individuales de los dueños primarían sobre cualquier intento de restringir su presencia en la finca.

No obstante, esto no supone una ausencia de obligaciones para los propietarios de mascotas. En lo que concierne específicamente a los aparatos de elevación, es una materia que suele estar regulada en las ordenanzas municipales y este es el caso de Madrid capital. En su normativa se establece que el uso de los ascensores u otros medios de elevación con animales tendrá que hacerse evitando coincidir con otras personas cuando estas así lo exigiesen.

Este tipo de norma es lo más habitual en España, y a ello se suelen añadir otras indicaciones que establecen que las personas tienen en todo caso prioridad en el uso de las instalaciones, por lo que desde Ascensores J. Pascual tenemos que remarcar que ante cualquier situación de disyuntiva tendrás que esperar con tu mascota hasta que el ascensor quede libre si así lo piden otros vecinos, e incluso dejarles prioridad en caso de coincidir en una parada.

En líneas generales, las regulaciones van encaminadas a facilitar que cualquier persona pueda residir tranquilamente con su mascota y hacer uso de los ascensores de manera consensuada y respetuosa con el conjunto de la comunidad.